Translate

jueves, 27 de agosto de 2020

Enero de 2004 - ¡Feliz año!

Durante el año 2004 viajé por Europa y norte de África, pero no escribí ningún correo electrónico allí por falta de lugar parra hacerlo y porque, sinceramente, creo que estaba más entretenida en hacer otras cosas y en conocer sitios que en escribir e-mails... pero ya para el día de año nuevo de ese año tenía de todo en la mente y energías para moverme de aquí para allá. Fue un privilegio el poder conocer, y compartir momentos con gente de lugares tan distintos.

2004 sería un año de contrastes, del calor al frío, pero yo aún no lo sabía cuando para el año nuevo tecleaba desde Valencia...


Targu Mures, Rumanía, enero de 2004 (1ª y 2ª foto).
Vaduz, Liechtenstein (3ª foto) e Inssbruck, Austria (4ª foto), abril de 2004.
Hassi Labiad, Marruecos, agosto de 2004 (6ª y 7ª foto).
                                  

HOLA A TODOS!!!!

FELIZ 2004!!!!

Muchas gracias a aquellos que me habéis escrito, me ha hecho mucha ilusión. Seguid así.

Espero que hayáis aprendido mucho en este 2003 y que el 2004 venga cargado de nuevos recuerdos. Recordad que cada día es un regalo y que cada un@ de vosotr@s es únic@.

y...

...a aquellos que estáis en Elda deciros que no sólo estáis allí "cuidando el pueblo" como alguno de vosotros decís. Es genial saber que hay alguien allí esperándonos a los que estamos fuera y que te enseñan que no es necesario irte de el el lugar donde has vivido siempre para seguir madurando cada día. Yo lo he necesitado pero vosotros no. Os quiero un montón.

...a aquellas pocas de Alicante, que no quiero perderos el contacto, eh!! Sabéis que habéis que podéis seguir contando conmigo para lo que sea. Aupa las sociólogas. Un beso enorme guapeton@s, ya veréis como poco a poco vamos teniendo suerte.

...a los que están en Madrid, que os echo mucho de menos porque nunca conocí en tan poco tiempo tanta gente que merezca la pena de golpe ni que me hiciera plantearme tantas cosas sobre este pequeño mundo en el que vivimos. Que valéis un montón y no es peloteo. Quien sabe, quizá vuelva para allá pronto...

...y a los que andáis perdidos por el resto de España o incluso por Europa (y alguno que otro fuera de Europa) deciros que cada uno de vosotros me ha aportado algo y que siento no estar más contacto pero ya sabéis lo que cuesta estarlo... mucha suerte en aquello que estéis haciendo, sobre todo a Sonia o Maria Theresa, que aquí os espero para lo que queráis. Y lo mismo digo al resto!!!!!!!!!

Un beso enorme a todos!!! Gracias!!!!!!!!!!!

Raquel

sábado, 22 de agosto de 2020

Agosto de 2003 - Hola desde Nairobi


No, no me he ido a Kenia ahora. Hoy simplemente empiezo una serie en la que voy a compartir correos electrónicos que enviaba desde cada uno de los lugares a los que iba, a mis amistades y familia. 

Hasta 2002 escribía cartas a mano, quizá un día busque y escanee alguna. Fue en el verano de 2003 que empecé a mandar correos masivos desde hotmail, luego desde yahoo y más tarde desde gmail. Hoy ya he perdido esa costumbre, pero como fue a causa de esos mails que empecé con este blog, les voy a rendir un pequeño homenaje. 

Iré desde 2003 hasta 2010, por orden cronológico. No voy a cambiar ni una palabra, porque es así como me expresaba en cada momento, y en las expresiones se ve como cada persona va madurando.

---

¡Sasa ma beste!

Niko salama sinaneno (estoy estupendamente). Perdón por haber tardado tanto en escribir, pero estoy muy ocupada aprendiendo swahili como podeis ver... :-)) ¡Te he hecho caso Laura!

No tengo mucho tiempo para conectarme a internet porque sólo podemos utilizar este ordenador, que no está en la casa en la que estamos viviendo, así es que creo que hasta dentro de otra semana como mínimo no podré volver a escribir.

Estamos súper ocupadas aquí. El día se hace súper corto porque tenemos que preparar actividades para mas de 150 niños y clases de matemáticas y de inglés... ufff. Hoy es el primer día libre que hemos tenido (los jueves no vienen los niños al centro) y nos hemos puesto la ropa de turista para venir a Nairobi a comer y a ver algún museo... con una chica del barrio donde estamos, Mutuini, que es súper simpática.

Esto es increíble, nos tratan genial. Comemos y dormimos un montón porque estamos hechas polvo. Hay mucho trabajo... No sé cómo los chavales pueden tener tanta energía... Tengo mogollón de agujetas de seguirles el ritmo.

Bueno, un besazo enorme para todos. Nos vemos en tres semanas... mientras... ¡¡disfrutad de lo que queda del verano!!

¡Ah tata! Gracias por tu mail, ¡¡¡¡me ha hecho mucha ilusión!!!!

Muaccccssss

KWAHERI!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Raquel

lunes, 10 de agosto de 2020

¡Atención! Obras en la calzada… o el privilegio de cuidarse.



 

Pasados cuatro meses y medio sin ver el mar ni casi la calle, llega el momento de tratar de salir de la jungla de asfalto, la de cualquier ciudad enorme. Y en este caso alquilar un coche, tramitar el permiso de viaje, hacer las pruebas de salud respectivas, y con máscara y desinfección del auto salir por fin.

Conduciendo, con GPS descargado, los seres que más me importan en el mundo en el asiento de atrás, sin conocer a dónde vamos porque hasta el momento no hemos tenido la suerte de salir hacia esta zona, lloviendo a cántaros (época de tifones) y con obras en la vía, siento la responsabilidad y la libertad juntas. Esa sensación la pienso, e inmediatamente se me coloca con sus mariposas en el estómago, para finalmente, tras curvas y curvas de montaña, llegar. Y pienso cómo puedo tener tanta suerte.

Pero el privilegio es el de poder salir de la rutina por una semana para cuidarse la salud en todos los sentidos. Y no es para todo el mundo. Quizá sí para el vecindario de mi la cara burbuja en la que vivimos, quizá si para algunas personas con las que he crecido, pero no para todas. Y esto, dicho con la cabeza baja, sin ánimo de parecer paternalista, pero con sensación de privilegio mezclada a la de libertad y responsabilidad.

San Felipe. Así se llama el pueblo de la zona de Zambales que nos ha acogido por una semana con sonrisas, como todo lugar que hemos pisado en Filipinas. Con sus dos caras: la bonita naturaleza, el mar y la montaña que le rodean, y la dura vida del campo que se atisba viendo pasear a sus gentes. Dura y bella al mismo tiempo.

De camino, una buena autopista plagada de campos de arroz, seguida por un lado verde y otro azul, a continuación mercados, triciclos, check-points de esta enfermedad llamada COVID-19, muebles de madera maciza y barcas para traer el pescado. A la llegada una buena casa, de las pocas con agua corriente, luz y aire acondicionado todo el tiempo. Contraste de mansiones que tienen eso y más con casas sin nada. La nuestra, un airbnb con dueño que vive en EEUU, que por casualidad está allí durante sus vacaciones y nos muestra lo poco que se puede hacer en cuarentena: nadar. Y un ayudante del dueño que hace que esos días no los olvidemos. Salamat, kuya!

La gata, encantada con una gatito callejero, despellejado, blanco en contraste a ella, que se come las sobras de nuestros gambones al ajillo. Mila durmiendo a las 6 de la tarde, reventada de tanto sol y mar. Y el resto de la familia descansando el espíritu. Y el travel pass para vuelta, tramitado y en el bolso.

Poco más hay para comer de vuelta por el camino que un McDo rápidamente en el coche, ya que la peque no pueden salir a restaurantes por los requisitos de la cuarentena, pero el segundo viaje se hace cómodo y con más sonrisas. Y de nuevo al confinamiento de la capital, por siempre de momento, hasta que se nos comunique lo contrario.