Translate

domingo, 8 de abril de 2012

Mantenerse…


…significa en este momento de mi vida sostenerse en lo que se quiere mientras se consigue seguir adelante. Mantener, estar, seguir, no fallarse en lo que siempre se ha deseado y en lo que siempre ha sido importante. Seguir esos principios sabiendo que cada persona es única en la manera de afrontarlo. No dejar que nadie diga lo contrario. Y sobre todo no perder el norte para no dejar de saber quién se es.



Cada quien se hace a sí mism@ pero cada persona es ella y sus circunstancias. Puede haber circunstancias que nos rodean y que a veces nos empujan a tomar decisiones que no son las correctas. Puede que tratemos de auto convencernos de que sí lo son porque de forma un tanto inteligente se puede reflexionar acerca de todo. O quizá sí son las decisiones correctas porque nos permiten aprender. Pero lo importante es no dejar de cuestionarnos si en otro momento, en otra situación y con otras circunstancias sí que habríamos hecho algo más de acuerdo a lo que queremos.

Y alguien podría decir en ese momento: ¡ya está comiéndose la cabeza!

Ya van a llegar los dos años en este lugar y en este trabajo. He cambiado de casa y aunque de refilón sigo viendo las montañas verdes que esta ciudad lluviosa hace existir como ninguna otra. También van dos años de mis responsabilidades. Cada día, por agotador que sea, se aprende. Pero también se puede desaprender. ¿Cómo conseguir el equilibrio de no dejarse avasallar sin permitirse a sí mismo subidas de tono ni condescendencia hacia otras personas o de otras personas hacia sí mism@? ¿Cómo tener carácter respetando? ¿Cómo separar el trabajo del resto de la vida teniendo claro que se es la misma persona también en ese espacio? ¿Cómo mantenerse sin perder el rumbo pero saliendo adelante?

Ayer un chulla1 quiteño paseando por su Semana Santa me daba pistas sobre cómo alcanzar el término medio: Me decía sin hablar “¡Mira por dónde caminas!”. No hay mejor manera de hacer ese camino que estando en una tierra de fusión y contrastes. Aquí han hecho falta siglos para lograr algunos momentos de equilibrio, sólo de vez en cuando, entre lo local y lo extraño. Unas veces se ha conseguido y otras no. En las que no se ha conseguido siempre una costumbre más fuerte se ha impuesto o ha neutralizado a la otra. En mí también tratan de imponérseme nuevos hábitos o costumbres, contantemente…

Yo no soy tierra andina, aunque me hubiera gustado. Siento que tengo parte de ella pero no lo soy. Tampoco tengo siglos de margen para alcanzar mi término medio. Por ahora sólo tengo la seguridad de una vida para no olvidar. Sólo una vida para aprender a seguir actuando sin fallar a mis principios pero manteniéndome y continuando. Sólo este momento concreto en esta vida concreta para contarlo.

El mes pasado hubo algo en mi país que siempre hubiera seguido pero no lo hice. Me alegra no haberlo hecho por una simple razón: me ha permitido escribir esto (hace dos meses que no lo hacía porque no encontraba nada nuevo) y me ha permitido plasmar mis expresiones en papel para que sean más reales. Hoy en esta tierra de contrastes, como tantas otras, de beat@s2 y de chaman@s3 y de todo lo que queda enmedio de eso o al margen de eso, en esta tierra en la que soy y siempre seré Raquel pero también Arawi Takiy4 y Phanqa5, sigo reflexionando acerca de este equilibrio inestable.

------

1Chulla, palabra derivada del Kichwa (quechua) que significa impar. En Quito el chulla fue un personaje típico que surgió a fines delsiglo XIX hasta mediados del siglo XX. Fue el prototipo de la vieja ciudad indo-hispana de Quito y se caracterizaba por ser original, conversador, tenía fama de bohemio, iconoclasta y a veces hasta frustrado intelectual. Fue antihéroe porque no fue divinizado y no se distinguió por sus acciones extraordinarias, sino por su filosofía de existencia, que resumía el sentir de buena parte de una ciudad; fue travieso como un duende, ocultable como el mismo, y mago, por su arte fingido, porque cuando quiso violó la ley natural. En Quito circuló y aún circula la versión de un chulla de clase media, cuya camisa tenía solo pechera, tenía un solo traje y un sólo par de zapatos, eso sí, bien lustrados. 

2 En la iglesia católica, un/a beato/a es una persona difunta cuyas virtudes han sido previamente certificadas y puede ser honrado con culto. El término beato/a significa literalmente feliz (del latín beatus), o bienaventurad/a o en sentido más amplio, aludiendo a la creencia de que esa persona está ya gozando del paraíso. También se conoce como beato a la persona muy apegada a las ceremonias religiosas.

3 El chamán o la chamana (del idioma tungu, de Siberia, xaman o schaman, y éste del verbo scha, "saber"), es una persona a la que se le atribuye la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva de ésta, de maneras que no responden a una lógica causal. Esto se puede expresar finalmente, por ejemplo, en la facultad de curar, de comunicarse con los espíritus y de presentar habilidades visionarias y adivinatorias. Esta figura está presente principalmente en las sociedades cazadoras y recolectoras de Asia, África, América y Oceanía y también en culturas prehistóricas de Europa

4 Según el calendario de Tawa Inti Suyu que me han proporcionado, así se llaman en Kichwa  a las personas nacidas en 18 de septiembre.

5 Según el calendario de Tawa Inti Suyu que me han proporcionado, así se llaman en Aymara a las personas nacidas en 18 de septiembre.