… Gracias a las nubes, a esas nubes de hace más de dos meses
de esta foto… Gracias a ello me he decido hoy, y no cualquier otro día, a
publicar este post. Y es que las noticias que han llegado hoy desde mi país muestran
que muchas veces la sociedad no quiere cambio, y que, desde mi punto de vista, tiene miedo. Mientras, por los lados
del charco en los que me sumerjo desde inicio de este año, esta semana ha
traído la paz.
Y es una sola voz por el fin del conflicto, la de una sola mujer a la que dieron hace poco espacio en un foro, una con carisma, la que me hizo sentir ser de
nuevo parte de este pequeño mundo en el que cada quien mira para sí. Ella nos
preguntaba a los asistentes ¿Por qué se olvida a nosotras, el 79% de las víctimas? Sin
datos aproximados ni estadísticas certeras, más que su experiencia de vida, nos
transmitía con ojos encarnados lo que había vivido.
http://www.rociodelatorre.com/ |
De repente, en ese momento, comencé a pensar también en una
buena amiga tuareg, de la que me he despedido llorando hace cinco meses. No por
dejar de vernos sino por contar su experiencia ha sido la única vez en la que
la he visto llorando a ella, siempre tan alegre. Tuvo que huir de su país hace
ya un par de décadas y rehízo su vida en Mauritania, pero cuenta sin tapujos entre mujeres las veces que fue violada en Mali ya por los años 80*.
Fuerte es, muy fuerte, y tanto se sigue preocupando por mí que me sigue
escribiendo "whatsapps" para ver si estoy bien. Necesito continuar llevando conmigo
el alma del pueblo tuareg, y por ahora, en este contexto en el que vivo, puedo
seguir recordándola con una pequeña pulsera que hizo a mano y me regaló.
Pero suma, no olvides.
Mientras tanto, allá en ese viaje por esas nubes de hace un
mes, en uno de esos pequeños aviones que se mueven hasta darte un susto pero
de los de verdad, recordaba los grupos de mujeres emberá y de otras etnias
indígenas del pacífico colombiano. Esos que están en este momento tratando de
cambiar su situación, apostando por la paz, por mantener su identidad y por
conseguir igualdad al mismo tiempo. ¡Al mismo tiempo, por
favor, a ver si esta vez en la historia sí se consigue! Las mujeres emberá se
pintan con jagua y achiote y danzan y me miran, y sonríen, y no puedo evitar
querer gritar y llevar esa segunda pulsera como si fuera un tatuaje.
www.instagram.com/art_by_clod/ |
Alma tuareg, alma emberá. Ellas nunca han tenido lugar para
su patria en paz. Quieren conseguirlo.
Por favor, no me abandonen mujeres, no me abandonen ninguna.
Guíen a esta torpe a la que nada le falta a encontrarse. Unamos almas,
cantemos, lloremos, riamos y gritemos, pero por favor no en las nubes sino con
la fuerza de los pies puestos en tierra, para que no se nos deje de oír. El
sonido de la voz se graba, mis queridas, y también el de la palabra escrita.
--
*Durante años, el pueblo tuareg ha participado en guerras que
no eran la suya, mucho antes de las rebeliones que comienzan en 2012. En estos
conflictos, las mujeres han sido utilizadas como “armas de guerra”. No he
encontrado artículos en español sobre la situación de los años 80 del pueblo
tuareg, y mucho menos de las mujeres como mi amiga, pero esta entrevista a un
mercenario pagado por Gadafi puede dar pistas:
Pregunté sobre las acusaciones de que las fuerzas de Gaddafi habíanviolado a las mujeres. “Nunca vi eso”, aseveró. Pero su unidad encontró ungrupo de mujeres que aseguran haber sido violadas por hombres de Sudán y Egipto que habían estado combatiendo con los rebeldes.
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