Pensamientos inconexos de hoy.
Normalmente suelo organizar estas
publicaciones con tiempo. Primero, durante mis viajes o las actividades que me
han motivado, tomo nota a mano de aquello que me gustaría que se sepa o de lo
que considero interesante. Después, preparo un escrito, o bien en un papel o
bien en un documento de ordenador, con las ideas fuerza y cómo enlazar todas
ellas. Finalmente, desarrollo esas ideas en varias sesiones y trato de dar
cuerpo a post nuevo para mi blog.
Este no es el caso.
Hoy, sábado 15 de mayo de 2020, me he
encontrado de repente delante de un ordenador porque están ayudándome a limpiar
mi cuarto y no voy a dormir la siesta mientras Mila duerme. Hoy, de repente, he
pensado que esa horita que tengo libre puedo aprovecharla para escribir algo
que me salga de dentro en estos momentos de confinamiento.
Y aquí estoy, tecleando esto.
Me declaro culpable de no haber disfrutado lo
suficiente de Filipinas desde que he llegado. Una persona es siempre esa
persona y sus circunstancias, eso está claro, pero no debo encontrar ninguna
excusa para no aprovechar al máximo cada lugar en el que vivo. Y no lo hice
aquí al llegar.
Hoy por fin he aprendido que estoy en este
lado del planeta y no en otro. Salamat.
Hace años tenía un diario, que me duró hasta
2012, justo cuando comencé con raquelicayni. Este blog ha supuesto un cambio en
varios aspectos, y uno entre todos ha sido la forma de canalizar toda esa energía
escritora. Prueba de ello es que al abrir este espacio dejé de escribir en esa
libreta, pero he pensado que debería mantener las dos cosas, sin presiones
conmigo misma, pero no olvidar ese pequeño diario.
Y su símbolo de reiki al reverso de la contraportada.
Era como un libro. Contaba mis movimientos por
aquí y por allá como si fueran cuentos, historias. Recuerdo que llegué a pensar
en que en un futuro quizá se publicase. Nada más lejos de la realidad, porque
estaba en una libreta que se quedó a mitad y que he encontrado hace unas
semanas haciendo limpieza. Lo que sí me ha encantado ha sido leerlo y pensar
por qué siempre he mandado e-mails a todo el mundo, por qué creé este blog, y por
qué escribí esa libreta.
La vida.